Con la llegada del señor invierno a Sudamérica también se
hicieron presentes los fríos, las heladas de madrugada, volver a sacar los
abrigos que parecía que no iban a necesitarse esta temporada, y un gran
etcétera.
Sin embargo llegó el frío con gran intensidad y no tenemos
más remedio que buscar alternativas para seguir con el desempeño de nuestras
actividades como sea.
De todas formas nunca falta un desprevenido que viene siendo
presa fácil para los virus y bacterias que andan por ahí causando estragos. Obviamente
para atrapar una gripe no hace falta estar cerca de alguien que la tenga. Nos
contaminamos en todos lados, por eso no solo el ver a alguien resfriado o con
gripe nos debe recordar cuidarnos. Piensa en la gran cantidad de personas que
transitan en bus, los que hacen sus compras con los carritos del super que
pasan de mano en mano, el ascensor, un taxi, en fin… cualquier lugar al que
tengamos que dirigirnos puede ser un refugio donde nos acecha la gripe, o su
primo pequeño, el resfriado especialista en bajarnos las defensas y prepararnos
para su prima.
Tener que afrontar el hecho de caer en cama no es fácil con el
trajín de la vida actual, ya que eso representa la pérdida de horas de trabajo,
la imposibilidad de sacar adelante los proyectos, la atención de quienes
dependen de nosotros, la frustración de querer realizar nuestras actividades, y lo más importante que significa la bajada
de las defensas en el organismo que puede representar una puerta de entrada
para otra cantidad de problemas.
Para evitar tener que enfrentarse a una enfermedad que puede
fácilmente evitarse hoy les traigo una receta que la aplicaba muy bien mi abuelita
y que hoy en día hasta los médicos la recomiendan.
Nuestros protagonistas: La miel y el Agua tibia.
La miel es un antibiótico natural por excelencia. El
antibiótico farmacéutico además de ser caro monetariamente hablando, sale caro
en lo que tiene que ver con nuestra salud, ya que a su paso por nuestro
organismo, mientras va matando las bacterias que causan la enfermedad también
extermina a la población de bacterias buenas que viven en nuestro intestino y
conforman la calidad de nuestro sistema inmunológico. La miel es el alimento
natural más increíble, se podría decir que es imperecedero, con un sinfín de
aplicaciones en una enorme cantidad de enfermedades y lo mejor, para la
prevención de las mismas.
Para una gran cantidad de afecciones, entre ellas las propias
de las épocas frías del año, se recomienda mezclar
una cuchara de miel pura de abeja, dentro de las posibilidades que sea
orgánica, en una tacita con agua tibia.
Mezclar los ingredientes y beber como si fuera un té. Altamente recomendable su
consumo como primer alimento de la mañana, es decir en ayunas.
Esta receta
levanta la energía y el ánimo enseguida que se la bebe y nos provee calorías
que nos facilitan enfrentar el frío. Es una bebida saludable que ayuda a la
digestión, por lo que está indicada cuando se quiere perder peso. El agua es
altamente recomendada para hidratar los órganos a la mañana cuando recién nos
levantamos, ya que esta hace que el cuerpo comience a trabajar suavemente y
contando con minerales básicos. La miel por sus propiedades nos provee grandes
dosis de nutrientes y energía.
En épocas más templadas del año, es una buena costumbre
consumir la miel mezclada en agua a temperatura ambiente para evitar levantar
el calor corporal e igualmente seguir obteniendo la gran cantidad de beneficios
de la bebida.